En el mundo en constante cambio de la música tradicional, pocos artistas logran combinar armoniosamente la herencia cultural y la innovación artística como lo hace Robert Zielinski.
Su último trabajo, Kiangardarup, que se lanzará el 8 de noviembre de 2024, no es solo un álbum; es una sinfonía evocadora de lugar, historia y emoción. Este trabajo de seis años trasciende fronteras y géneros, anclando a los oyentes en la belleza cruda de la región Great Southern de Australia Occidental mientras honra la conexión profunda de Zielinski con la música tradicional irlandesa.
El título del álbum, Kiangardarup, proviene del pueblo Minang de Torbay Inlet, cuyo anciano Vernice Gillies regaló el nombre a Robert. Esta conexión espiritual con la tierra resuena en toda la composición. Cada nota parece una ofrenda a los antiguos bosques de karri, cielos estrellados y aguas serenas de la región, capturando vívidamente el ciclo de un solo día. Desde el vibrante amanecer hasta el misterioso silencio de la noche, Kiangardarup invita al oyente a un viaje inmersivo, casi cinematográfico.
La extraordinaria capacidad de Zielinski para componer de oído — perfeccionada durante décadas de aprendizaje en la tradición ora l— se muestra plenamente. Sus complejas melodías de violín, combinadas con flauta de madera, violonchelo y bouzouki, son más que arreglos musicales; son retratos vivos y vibrantes de su entorno. Las grabaciones, meticulosamente refinadas por Lee Buddle en Perth y masterizadas en los icónicos estudios Abbey Road de Londres, conservan la esencia orgánica del monte australiano, con los ligeros cantos de los pájaros y el susurro de las hojas entrelazándose en la narrativa musical.
Momentos destacados del álbum incluyen el primer sencillo, Donegal, un tierno homenaje al fallecido mentor de Zielinski, Mick Doherty, y a su duradera conexión con Irlanda. Es un recordatorio conmovedor de cómo la música trasciende fronteras, permitiendo que las tradiciones viajen y prosperen. La elección de Zielinski de revisar las raíces de Mick en Donegal dice mucho sobre el poder transformador del mentorazgo y la amistad en la tradición folk.
Kiangardarup no solo muestra la maestría del violín de Zielinski, sino también su habilidad como narrador. Desde sus primeros días aprendiendo canciones de oído de maestros irlandeses como Mick Doherty, hasta su tiempo inmerso en las vibrantes comunidades musicales de East Clare y South Sligo, el viaje de Zielinski ha sido tanto de escuchar como de tocar. Su carrera galardonada — including the prestigious Michael Coleman Fiddle Player of the Year—habla de su dedicación incomparable.
Los esfuerzos colaborativos detrás de Kiangardarup — incluyendo las graciosas contribuciones de la violonchelista Melinda Forsythe, la flautista Manuela Centanni y el bouzoukista Jim Green — elevan este disco a un nivel sublime. El folleto de 28 páginas que lo acompaña, con fotografías de Torbay Inlet, ofrece el complemento visual perfecto para el esplendor auditivo del álbum.
El estreno mundial en Perth Concert Hall en mayo de 2024 recibió una ovación bien merecida, confirmando lo que muchos ya sabían: Robert Zielinski no es solo un músico; es un custodio de la tradición y un pionero de nuevos horizontes. Con Kiangardarup, nos ha regalado una obra que se siente atemporal, profundamente arraigada en la tierra y el legado.
Kiangardarup es una escucha esencial para cualquiera que busque música que trascienda lo ordinario — una celebración pura de la vida, como describió acertadamente ABC Radio National. Robert Zielinski nos ha dado una obra maestra que es tanto un tributo a su hogar australiano como al espíritu perdurable de la música tradicional irlandesa.
Este álbum es un testimonio del poder transformador del arte, recordándonos a todos escuchar — no solo la música, sino también las historias, paisajes e historias que la inspiran.
SIGUE A ROBERT ZIELINSKI
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